Primavera
Visita los hermosos festivales de flores de Estambul
En primavera, Estambul cobra vida con los tulipanes que cubren los parques y avenidas de la ciudad. El Festival del Tulipán de Estambul, que se celebra en abril, ve florecer millones de flores en el Parque Emirgan y el Parque Gülhane.
Más allá de las exhibiciones florales, la primavera es ideal para explorar los lugares emblemáticos de Estambul antes de que lleguen las multitudes del verano. Pasea por el Bósforo, visita Santa Sofía bajo un cielo despejado y relájate en los encantadores cafés de Balat o Karaköy.
El clima es cálido sin ser sofocante: es el momento perfecto para las aventuras urbanas. La primavera también es una época fantástica para adentrarse en la vibrante escena gastronómica de Estambul.
Los restaurantes en las azoteas cobran vida, y sus comensales disfrutan de deliciosas parrillas y variadas selecciones de meze.
Verano
Disfruta del sol en la costa Turquesa
La costa mediterránea de Turquía es el destino ideal para unas vacaciones de verano.
La costa Turquesa, también conocida como la Riviera Turca, se extiende desde Fethiye hasta Antalya y ofrece aguas cristalinas, calas recónditas y antiguas ruinas situadas en acantilados junto al mar. La famosa laguna Azul de Ölüdeniz es una visita obligada para los amantes del sol, mientras que Kaş ofrece vibrantes lugares para bucear.
Para quienes busquen una pausa lujosa, los elegantes clubes de playa y los complejos turísticos de Bodrum ofrecen una forma elegante de relajarse y descansar, además de contar con algunos de los bares y restaurantes más exclusivos del país.
Quienes prefieran unas vacaciones más activas pueden recorrer tramos de la ruta Licia, cuyos senderos costeros serpentean entre tumbas antiguas y bahías escondidas. Para una experiencia cultural inolvidable, no te pierdas la antigua ciudad de Myra, hogar de las tumbas rupestres licias y la iglesia de San Nicolás.
Otoño
Explora los paisajes surrealistas de Capadocia
Los paisajes de Capadocia son encantadores todo el año, pero visitarlos en otoño brinda la oportunidad de ver sus emblemáticas chimeneas de cuento de hadas y sus viviendas en cuevas iluminadas con la dorada luz de la temporada.
Para una experiencia única, pasa una noche en uno de los emblemáticos hoteles cueva de Capadocia, donde las habitaciones talladas en piedra ofrecen estancias acogedoras y con un ambiente especial. Disfruta de un desayuno turco tradicional en una terraza en la azotea, donde verás elevarse docenas de globos aerostáticos sobre los valles al amanecer. Además, los cielos despejados del otoño garantizan condiciones óptimas para disfrutar de vistas impresionantes si decides dar un paseo en globo.
El Museo al Aire Libre de Göreme también es una visita imprescindible para los visitantes de este sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Muchas de sus iglesias y monasterios excavados en la roca datan del siglo X, y sus frescos y relieves bien conservados son un magnífico ejemplo del arte bizantino.
En esta época del año, los viñedos de Ürgüp y Göreme cobran vida con los festivales de la vendimia, mientras que las temperaturas más frescas lo convierten en el momento ideal para hacer senderismo en el valle de Ihlara o descubrir las ciudades subterráneas de Derinkuyu y Kaymaklı.
Invierno
Deléitate con la magia nevada de Kars y el este de Turquía
Cuando llega el invierno, la ciudad de Kars se transforma en un país de las maravillas cubierto de nieve. Ubicada en el extremo noreste de Turquía, Kars es famosa por sus impresionantes estilos arquitectónicos multiculturales y su proximidad a las antiguas ruinas de Ani, la ciudad de las mil y una iglesias, un pintoresco sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO que suele estar cubierto de nieve en esta época del año.
Además de recorrer las calles históricas de Kars y sus ruinas cercanas, en invierno los visitantes pueden visitar el lago Çıldır, que se congela durante los meses más fríos. Los lugareños pescan en el hielo, y los visitantes pueden sumarse a esta tradición centenaria o dar un paseo en trineo tirado por caballos por el lago congelado.
El mayor atractivo de la región en invierno es el Expreso del Este, un pintoresco viaje en tren desde Ankara a Kars que serpentea a través de ríos helados, bosques cubiertos de nieve y remotas aldeas de montaña. Es un viaje que merece la pena hacer para quienes buscan paisajes invernales de película.
Para los amantes del esquí y el snowboard, la estación de esquí de Palandöken en Erzurum ofrece excelentes pistas y lujo asequible, con sus instalaciones modernas y unas vistas impresionantes.
Encanto durante todo el año
Retrocede en el tiempo en Éfeso
Incluso si tu calendario no encaja con una estación en particular, siempre es un buen momento para visitar las ruinas de Éfeso. Esta antigua ciudad, increíblemente bien conservada, ofrece una visión fascinante de la historia romana con sus imponentes templos y ornamentales estatuas.
La emblemática biblioteca de Celso, con su gran fachada y sus columnas talladas, en su tiempo albergó miles de pergaminos y convirtió a Éfeso en un centro de aprendizaje y cultura.
Una visita temprano por la mañana o al final de la tarde es ideal para evitar las multitudes y disfrutar de un ambiente tranquilo. En verano, el lugar se ilumina de manera espectacular y permanece abierto hasta la medianoche. Es imprescindible llevar calzado cómodo, ya que las calles de mármol pueden ser resbaladizas.